viernes, 23 de octubre de 2015

BELTENEBROS. Antonio Muñoz Molina

Título: Beltenebros
Autor: Antonio Muñoz Molina
Editorial: Plaza & Janés
Colección: Ave Fénix, 234/2
Fecha: 2001 (1989)
Páginas: 245
ISBN 84-01-41874-7
En esta ocasión Antonio Muñoz Molina nos sumerge en los entresijos de la clandestinidad política de la España franquista. El protagonista es Darman, un antiguo capitán del ejército republicano que ahora vive en Inglaterra tratando de olvidar un pasado oscuro y peligroso. Sin embargo dicho pasado le persigue y de nuevo es requerido para viajar a España con la misión de matar a un hombre al que ni siquiera conoce. Durante el transcurso de la búsqueda de un supuesto traidor, va desenredando los hilos de una historia de delaciones, venganzas, amor y odio, pero también de lealtad y de cumplimiento del deber.
La novela comienza con fuerza: “Vine a Madrid para matar a un hombre a quien no había visto nunca”. Y a partir de esa contundente declaración de intenciones el narrador en primera persona nos va contando sus pasos en la persecución de su objetivo a la vez que va recordando un tiempo pasado, inevitablemente entrelazado al que ahora le toca vivir. Por la novela desfilan personajes con vidas simuladas y misteriosas y con destinos paralelos que parecen repetirse en el tiempo y que el protagonista logra desenmascarar para el lector.
En la obra abundan las descripciones acertadas y sugerentes de lugares, que logran ambientar la historia en una atmósfera de tinieblas y oscuridad en la que tienen lugar  los principales acontecimientos, en paralelo con la opacidad y el oscurantismo que supuso el franquismo. Un almacén oscuro y abandonado, un antiguo cine clausurado y decrépito, el Madrid sórdido de los locales nocturnos, lugares misteriosos que esconden grandes historias incógnitas como las vidas clandestinas de los personajes que se mueven entre sombras para sobrevivir.
Destaca la prosa densa y precisa que caracteriza el estilo narrativo del escritor ubetense en la que predominan los párrafos largos de frases compuestas y subordinadas, con escasez de diálogo y con un vocabulario sencillo y culto.
Una gran novela, profunda y magistralmente narrada como tantas otras del autor. Aunque lenta y oscura al principio, después poco a poco va despertando el interés del lector para tomar brío en la última parte cuando asistimos al desenlace inesperado de los acontecimientos.

Como curiosidad recordaremos que según Internet, el término Beltenebros, que da título a la obra, lo tomó Muñoz Molina del sobrenombre por el que era conocido Amadís de Gaula, cuando por amor pierde la razón y es condenado a vivir en la oscuridad de una cueva, nombre que también retoma Don Quijote cuando se retira a Sierra Morena emulando a dicho personaje de las novelas de caballerías.

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