Título: LLEGÓ EL TIEMPO DE LAS
CEREZAS
Autor: Nativel Preciado
Editorial: Espasa
Fecha: 2008
Páginas: 205
ISBN 978-84-670-2867-6
Carlota, una mujer madura,
divorciada y con una hija ya mayor, es la protagonista de la novela. Vive sola
y atraviesa una etapa de inseguridad, lo que da pie al contenido de la obra que
no es otra cosa que una reflexión sobre
el paso del tiempo, el miedo a la soledad, a envejecer y al consecuente
deterioro de la salud física y mental.
Me ha parecido una
novela floja y superficial sobre todo en la primera parte, repleta de
comentarios y lamentos sobre temas relacionados con la apariencia física, la delgadez,
las arrugas o la moda, preocupaciones muy presentes hoy en nuestra sociedad
capitalista pero que van asociadas al desarrollo natural de las fases vitales y
que entran dentro de los ahora
etiquetados como “problemas del primer mundo”. En realidad en esa
primera mitad no pasa nada, no hay acción, ni tensión argumental para sustentar
una novela. Menos mal que ya en la segunda parte la historia toma algo de fuerza
y podemos asistir al desarrollo de la trama narrativa, consiguiendo, siempre
desde mi punto de vista, salvar la obra con dignidad.
Buena parte de la obra
se envuelve en un halo de nostalgia de la protagonista que evoca algunos de sus
mejores momentos durante su juventud, con continuas referencias y alusiones a
anécdotas protagonizadas por personajes famosos, ya sean cantantes, actores,
actrices o incluso científicas como Rita Levi. También son frecuentes los
comentarios sobre películas, obras literarias y canciones, como la que da
título a la novela El tiempo de las
cerezas, que fue todo un símbolo en el París bohemio de los años sesenta.
Llegó
el tiempo de las cerezas es una novela sencilla, con una
prosa natural y sin artificio, que se deja leer con facilidad. Sin embargo,
como ya dije, creo que carece de la necesaria tensión argumental para ser una
buena novela y al final se queda en una mera reflexión existencial, por lo que resulta
insulsa y pobre. Me temo que ésta es otra de las obras que pasará a formar
parte de las que olvido en cuanto cierro
la última página.
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